martes, 6 de enero de 2015


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Libertad a Tania Bruguera

Artistas de distintos países firmaron el viernes una carta abierta dirigida al presidente Raúl Castro para pedir la liberación de Tania Bruguera y el resto de los activistas cubanos detenidos tras un acto organizado por Bruguera el pasado martes 30 de diciembre. La iniciativa provino del crítico de arte mexicano Cuauhtémoc Medina, la historiadora de arte argentina Andrea Giunta, el crítico de arte peruano Miguel López, el crítico español Octavio Zay, y una larga lista de casi 2.000 firmantes en la página web habilitada a tal fin.
Tania fue detenida 24 horas. Al ser liberada, visitó una prisión de La Habana donde exigió la excarcelación de otros opositores. En esa ocasión fue detenida nuevamente. Finalmente, tras las presiones internacionales, fue liberada la tarde del viernes. Junto a Bruguera, los demás activistas detenidos también recuperaron la libertad.
La carta expresaba que la escenificación que Tania Bruguera organizó en la Plaza de la Revolución de La Habana el día 30 tenía como objetivo "propiciar un momento de reflexión y debate civilizado sobre los cambios que la sociedad y gobierno cubanos habrán de experimentar a partir del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos anunciado el pasado 17 de diciembre".
Los firmantes, que recordaron a Raúl Castro que Bruguera es una de las artistas latinoamericanas más reconocidas del mundo, expresaron su "honda preocupación" por las detenciones y lamentaron que "la iniciativa no sólo no encontró eco de parte de las autoridades, sino que motivó la detención de la artista y una diversidad de ciudadanos cubanos. Con todo respeto, solicitamos a usted el descargo de Tania Bruguera y los demás detenidos, "reclamaron al gobernante cubano.
La obra de Tania Bruguera, recordaron, está "enfocada en la intervención social y política que es resultado, como ella misma lo ha manifestado repetidamente, de la formación que produjo la Revolución Cubana." Por eso consideraron que es una reacción inadecuada la detención y retención del pasaporte de la artista por el mero hecho de crear una obra artística "que sólo buscaba crear un espacio público de discusión."
Al menos 50 activistas fueron arrestados en relación a los hechos del 30 de diciembre, catalogados como una "provocación política" por el gobierno de la isla.
Las detenciones fueron condenadas por la Sociedad Interamericana de Prensa, que expresó que “con esta nueva muestra de censura, el gobierno de Raúl Castro está perdiendo la oportunidad de que creamos que los cambios en la isla van en serio y que serán políticos, además de económicos." Por su parte, el senador Marco Rubio calificó como “burla” el arresto de los disidentes cubanos por parte del régimen.
"Los últimos actos de represión contra los disidentes políticos en Cuba a cargo del régimen de Castro son una burla de la nueva política," señaló Rubio en un comunicado.
"El hecho de que el régimen continúa violando los derechos humanos de los cubanos muestra incluso que éste tiene menos incentivos para cambiar sus tácticas ya que el presidente Obama pretende ofrecer a los Castro numerosas concesiones unilaterales a cambio de cero pasos hacia una mayor libertad política,” agregó el legislador.
Asimismo, el Departamento de Estado mostró su preocupación por una nueva muestra de intolerancia a los derechos humanos en la isla caribeña.
“Estamos profundamente preocupados por los últimos informes de detenciones y arrestos de las autoridades cubanas de miembros y activistas de la sociedad civil pacíficos, incluido Luis Quintana Rodríguez, Antonio Rodiles, Danilo Maldonado, Reinaldo Escobar, Marcelino Abreu Bonora y Eliécer Ávila,” señaló el portavoz del Departamento de Estado, Jeff Rathke.
“Condenamos enérgicamente el continuo hostigamiento del gobierno cubano y el uso repetido de la detención arbitraria, a veces con violencia, para silenciar a los críticos, interrumpir la reunión pacífica y la libre expresión, e intimidar a los ciudadanos,” agregó Rathke.
Nunca como ahora tienen vigencia las palabras del filósofo que dijo: "La libertad del intelecto humano es el motor impulsor del desarrollo"
Cuando esa libertad no existe, cuando la libre expresión de las ideas no fluye espontáneamente no hay progreso, las multitudes pueden ser politizadas, engañadas y domesticadas; pero esas mismas multitudes se tornan improductivas: las fábricas no trabajan, la tierra no produce, la economía no funciona.
Entonces no bastan los discursos, ni las arengas, ni las promesas del futuro luminoso. Sencillamente, la gente pierde la motivación, se diluye el espíritu creador y la gente emigra hacia aquellos países donde la libertad sí existe, y se cumple el anatema: "Nadie emigra a Cuba o a Corea del Norte, ni siquiera a Venezuela." Estos últimos hechos así lo demuestran.

viernes, 2 de enero de 2015

Sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba

Antes de Castro, Cuba era, con Argentina, el país más desarrollado de América Latina. La Habana era una maravillosa ciudad con hoteles, casinos, turismo extranjero y dólares. Había salud y educación gratuitas. Se podía entrar y salir del país en cualquier momento. Había herramientas, autos, motos, aviones, camiones, autopistas. Había infraestructura, tranvías, ferrocarriles, TV color, libros, cultura, vida y movimiento. Nadie salía en balsas sino en barcos y aviones. Se exportaba azúcar a diario a la Florida. Hoy todo es prostitución, pobreza, abandono y destrucción. Todo está en ruinas. Cuando uno observa la Cuba de hoy puede ver en forma nítida los resultados de una política absolutamente pauperizante e igualadora hacia abajo. Nadie ganó nada en todos estos años de aislamiento y falta de libertad.
¿Será la reanudación de las relaciones diplomáticas entre este país y Estados Unidos el comienzo del fin de esta larga y amarga historia? Por lo pronto, el mayor interrogante es si el régimen cubano lo permitirá.
El discurso del mandatario cubano Raúl Castro del 17 de diciembre en el que anunció el acuerdo de normalización con Washington tuvo un tinte peculiar: Castro habló vestido de uniforme militar, una señal de que su país aún está en guerra. A pesar de las acciones ejecutivas de Obama para aumentar el turismo y el comercio con Cuba, Castro denunció a Washington por las restantes sanciones económicas que aún siguen vigentes. "Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto -dijo. -El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país debe cesar."
Raúl Castro le sigue echando en cara a los Estados Unidos el tan mentado "bloqueo" y lo usa como excusa para mantener el estado de hostilidad. Y eso tras una historia en la que su país no hizo otra cosa que sabotear y entorpecer los intentos estadounidenses de mejorar los lazos bilaterales. Jimmy Carter intentó mejorar las relaciones con Cuba y negoció la apertura de las Secciones de Intereses en Washington y La Habana. Pero en 1980, Fidel Castro desencadenó la crisis de los refugiados de Mariel. "¡Que se larguen!" gritó histéricamente en su discurso del 1 de mayo de ese año, y todo quedó así. En 1996, cuando Bill Clinton intentó normalizar las relaciones bilaterales, Cuba derribó dos aviones del grupo humanitario cubano-americano Hermanos al Rescate. Ese ataque hizo que Clinton retirara su propuesta de normalización e impusiera nuevas sanciones comerciales.
Sin embargo, esta vez las cosas pueden ser distintas: Raúl Castro es más pragmático que Fidel y sabe que necesita aumentar el turismo y las remesas de Estados Unidos ante la amenaza de un inminente corte de los subsidios de petróleo de Venezuela. En realidad, ese país gobernado por el inmaduro presidente Maduro ha hecho las veces de una segunda Unión Soviética para la isla del caribe. Durante la Guerra Fría, Moscú sostuvo al régimen castrista con cantidades estimadas en cinco mil millones de dólares al año. Una vez que terminó el aporte de los generosos camaradas soviéticos, los hermanos Castro se beneficiaron con los miles de barriles de petróleo venezolano que llegaban a diario a la isla. Ahora bien, si los Castro no hubieran contado con este suministro vital en todos estos años, ¿habrían podido mantenerse en el poder? Vale la pena pensarlo.
En la actual realidad de los hechos, Cuba es una dictadura opresora y represiva abolicionista de los derechos civiles y los derechos humanos más básicos y elementales, dictadura que hoy está convalidando el fracaso del sistema comunista. Desesperadamente, Cuba necesita reintegrarse al mundo libre y civilizado y por eso es que hoy se abre y negocia con los Estados Unidos con su turismo, comercio e inversiones. Esto sucede en la pobre Cuba de los hermanos Castro donde sólo se redistribuye fracaso y miseria. Los inversores norteamericanos están ansiosos de emprendimientos a 90 millas de sus costas. En cuestión de meses, esto será una justa y beneficiosa realidad. El gulag antillano, el estalinismo caribeño, debe terminar.

martes, 2 de diciembre de 2014

Las prioridades para el próximo gobierno

Leandro Alem y Lisandro de la Torre fueron dos figuras emblemáticas de la política argentina que se caracterizaron por combinar una fuerte voz en la denuncia y en la crítica, y mantener una ética inquebrantable. Los dos dejaron un reconocido testimonio, pero ninguno llegó al poder. Tal vez la historia habría sido muy distinta si lo lograban. En el actual contexto, hace falta, como ellos, una voz constante y potente en la política; una voz que, más allá de las imperfecciones que pudiera tener, marque esa constante en el reclamo y el testimonio por un valor en la política: la honestidad.
Una voz que sepa canalizar las inquietudes expresadas por la ciudadanía en las numerosas marchas realizadas, convocadas por esa misma ciudadanía que entiende que la política no es una competencia bárbara por los votos del pueblo ni un campo de batalla para satisfacer los deseos de los poderes dominantes de turno sino un medio para llevar a cabo políticas sanas y responsables en beneficio de un pueblo que pide ser gobernado, no sometido.
Hace falta una voz que supere la falta de identidad política de la oposición que sigue sin presentar propuestas plausibles de ser llevadas a la práctica en acciones de gobierno. Una voz que, como aquellos políticos, sean verdaderos fiscales en un sistema que ha sido bastardeado hasta tal punto que ya no reconoce ningún límite en satisfacer los caprichos del poder de turno.
El odio es cada vez mayor, la política se ha tornado sofocante, el diálogo imposible. No hay término medio. Todo es blanco o negro. No hay matices de gris. El que piensa distinto es un enemigo, no un opositor con el que se pueda intercambiar puntos de vista. Quien está cerrado al diálogo no puede progresar ni evolucionar.
Los actuales presidenciables (Scioli, Massa y Macri) son los que tienen el deber de construir una alternativa política. Ninguno de ellos llegaría al poder con una mayoría contundente sino que el próximo gobierno sería forzosamente de coalición. Esto implica que las diversas fuerzas deberán deponer diferencias y buscar a toda costa consenso en aras del bien común. Hay que rectificar a toda costa un modelo económico que pone barreras, controles y trabas por doquier, pero que no pone trabas ni barreras a la inflación, a la pobreza, a la delincuencia y al narcotráfico. Hay que establecer un estado auténticamente democrático para reducir el hiperpresidencialismo y restablecer un mínimo de seriedad en la función pública derogando, a la vez, leyes emitidas por un congreso sumiso y obediente que sólo buscan otorgar impunidad. Es menester investigar a la presidenta y todo su entorno tanto desde el punto de vista penal como el penal tributario. Que hasta el último de los funcionarios sea capaz de explicar el origen de sus fondos y, en caso de no poder hacerlo, que carguen con todo el peso de la ley.
La prioridad debe ser restaurar la paz social al cabo de más de una década en que un gobierno se empecina en mantener el más asfixiante verticalismo en un clima de crispación y enfrentamiento como nunca antes se ha vivido en el país. Hay un abismo entre la realidad y el relato impulsado por la bien instalada red de obsecuencia mediática oficialista. Mientras los servicios se deterioran, la economía se desangra, se echa gente de los trabajos y las instituciones se vilipendian día a día, el gobierno insiste en llevar a cabo su estúpida guerra santa contra el diario Clarín. Eso responde a la necesidad de construir un enemigo externo como una manera de exculpar la ineptitud y la mediocridad con que han administrado el país. Ya lo sabemos. Hay una visión populista de la historia que deforma y distorsiona la misma. La prioridad del próximo gobierno debe ser también desmantelar progresivamente esa red y restaurar a los próceres, a las grandes personalidades de la historia, la jerarquía que nunca debieron perder.
La disyuntiva es seguir ahondando en la decadencia o volver a las bases, aquellas que establecieron los próceres, aquellos que ni su bronce impidió que se los vilipendiara en el revisionismo del relato.
Sabemos que la tarea no es fácil. Sabemos que no es fácil encontrar las políticas adecuadas para contrarrestar el alto grado de inmoralidad que presenciamos. Pero lo que está en juego es muy importante como para perder el tiempo en discusiones mezquinas. La sociedad le pide especialmente a la oposición que aprenda a ocupar su lugar. Es la deuda de todo el arco opositor que debe superar la inoperancia y la pasividad que lo caracteriza. Sabemos, insistimos, que la tarea no es fácil en un espectro político bastardeado por más de una década de impunidad, mentiras y soberbia. Pero es menester que se erijan figuras siguiendo el ejemplo de aquellos abnegados políticos, figuras que se sientan llamados a ejercer con valentía y decisión esta gran responsabilidad.
Lo que está en juego es demasiado importante como para que todos los políticos opositores pierdan el tiempo en discusiones superficiales. A la altura de estas circunstancias deben estar los presidenciables. Es menester anteponer los intereses de la nación y el bien común a la mezquindad individual. Es menester comprometerse para salvar a tiempo la república.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Recuerdos del G-20

La cumbre del G-20, realizada entre el 15 y 16 de noviembre en Brisbane, Australia, tuvo como eje el crecimiento mundial. Así se desprende del comunicado final del encuentro, el Plan de Acción de Brisbane, que prevé un crecimiento mundial del 2,1% y la creación de “millones de puestos de trabajo de calidad.”
En la reunión se aprobó una mayor inversión en infraestructuras, con la creación de un centro de promoción en Sydney, y una mayor regulación de los mercados financieros, incluida la llamada "banca en la sombra," que elude hasta ahora los controles que se hacen a los bancos. "Pero aún queda mucho trabajo por hacer para crear un sistema financiero más fuerte y resistente," señala la declaración final.
El intercambio automático de información fiscal entre los países no comenzará hasta 2017 o incluso fines de 2018. Las grandes empresas podrán seguir aprovechando hasta entonces las posibilidades del sistema para evitar el pago de impuestos, pese al compromiso que subraya la declaración de que "las ganancias deben pagar impuestos allí donde se realizan las actividades económicas que generan esas ganancias."
Entre los mandatarios presentes se encontraba el presidente norteamericano, Barack Obama, a cuyo pedido se incluyó en el texto la exigencia de que el crecimiento sea equilibrado e inclusivo, con el objetivo de reducir la pobreza. “Las ganancias deben pagar impuestos allí donde realizan las actividades económicas que generan esas ganancias,” subraya la declaración.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, celebró en la cumbre que "los contribuyentes nunca más tengan que pagar el rescate de bancos de sus bolsillos".
La directora de la ONG Oxfam, Winnie Byanyima, saludó los planes de crecimiento del G-20, pero reclamó que “el 40% más pobre de la población se beneficie a partir de ahora más que el 10% más rico.” Criticó también que la meta de expansión se haga "sobre la base de programas que no son nuevos, sino que fueron presentados de una forma nueva para la cumbre."
"Si una mujer africana se pregunta qué beneficios le depara el G-20, tiene pocos motivos para la esperanza," criticó Tim Costello, presidente del C-20, una organización que busca el diálogo entre líderes políticos y organizaciones de la sociedad civil. (ONGs, organizaciones religiosas, sindicatos, centros juveniles y de estudiantes, etc.)
El grupo de los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) criticó a Estados Unidos por bloquear la reforma del Fondo Monetario Internacional.
Por último, el comunicado final reclamó también una acción fuerte y eficaz para abordar el cambio climático con el fin de adoptar un protocolo, con carácter legal, en la conferencia climática de la ONU que se realizará en París en 2015.
La nota de color la dio el ministro de economía de Argentina, Axel Kicillof, que saludó con los dedos en V. Sí, la V de victoria. ¿Qué quiso decir con ese gesto triunfal? ¿Se cree que es John Keynes?
¿Será una manera de evaluar su tan brillante gestión? Veamos: hay una altísima inflación, emisión monetaria, pérdida de reservas, creciente desempleo, déficit fiscal, crisis energética, presión impositiva, no se vende un auto o un departamento ni por casualidad, caen las inversiones, faltan insumos importados en todos los sectores, reina la inseguridad jurídica, el país se ha convertido en un paraíso de narcotraficantes y la economía se cae literalmente a pedazos.
¿Habrá recordado sus exitosísimas clases de la UBA en que sus alumnos se quedaban dormidos?
¿A qué se debe tanto triunfalismo?
Pues le agradece a Cristina por haberle alquilado un avión privado por 600.000 dólares. Después de todo, la reina de Holanda viajó recientemente a Buenos Aires en un avión de línea.
¿Y por qué no? Si Fidel Castro tiene más plata que la reina de Inglaterra, Axel Kicillof puede viajar mejor que la reina de Holanda.

martes, 4 de noviembre de 2014

¿A quién le importa Cuba?

La Asamblea General de las Naciones Unidas votó por abrumadora mayoría -188 votos contra 2- el fin de las sanciones económicas contra Cuba. Es obvio que el mundo entero quiere que Cuba sea libre. El único que se opone es el gobierno de Cuba.
¿Cuál es el problema que Cuba ha tenido en los últimos 50 años para comerciar con todos los países del mundo, salvo con Estados Unidos? Ninguno.
A excepción de unos pocos días de noviembre de 1962, cuando Kennedy ordenó a la marina norteamericana impedir el desembarco de misiles atómicos soviéticos en la isla, Cuba nunca ha estado “bloqueada,” tal como reza el clamor arquetípico de la izquierda cuando alza la voz en defensa del régimen castrista. Excepto con Estados Unidos, ha podido comerciar libremente con todos los demás países, cuyos barcos nunca fueron entorpecidos por nadie para llegar a puertos cubanos a descargar mercaderías.
Cuba tiene como principal fuente de ingresos el turismo, en especial el de Estados Unidos. Los hoteles son en su mayor parte de empresas españolas, y tienen casinos flotantes  a 12 millas de la costa porque en la "aislada isla" está prohibido el juego. La segunda fuente de ingresos proviene del dinero que los cubano-estadounidenses  mandan a sus parientes que viven en el "territorio libre de América." Cuba no está bloqueada. Sólo está embargada por Estados Unidos como represalia por los bienes de ese país confiscados por Fidel Castro, que fue lo primero que hizo cuando llegó al poder.
¿A qué se debe, entonces,  la pobreza crónica de Cuba? Al monumental fracaso del modelo económico comunista. La pobreza cubana debe buscarse en un inherente autobloqueo propio de ese desastroso sistema, y no en causas externas. De hecho, las causas externas son las que están ayudando a este país, como el mencionado turismo norteamericano. Y salvo con el país del norte, Cuba puede adquirir los bienes que necesita en el resto del planeta. No lo hace por la simple razón de que no tiene con qué. Después de medio siglo de dictadura Castro-comunista, Cuba es un país quebrado. El “bloqueo” es un mito inventado por una dictadura cavernícola que pretende justificar así su fracaso.
Después de medio siglo de una dictadura que ha hecho manejos desastrosos de la economía, que ha empleado gigantescos recursos en equipar el ejército más poderoso de América después del de Estados Unidos, que ha patrocinado organizaciones subversivas por todo el continente incluyendo la Argentina, que ha sacrificado a sus jóvenes en guerras estúpidas e inútiles como las de Angola y Mozambique en la década del ’70, que mantiene el más asfixiante verticalismo, que persigue sistemáticamente toda forma de libertad individual, que fomenta la delación de unos cubanos contra otros, Cuba ha sido reducida a un fantasma de país. Son estas “políticas de estado” lo que han hecho de Cuba lo que es hoy. Ese es el verdadero bloqueo; un bloqueo que no viene precisamente del norte, como el viento.
Cuba se encuentra bajo una dictadura que en medio siglo no ha hecho otra cosa que mentir, perseguir, censurar, racionar, encarcelar y fusilar a sus súbditos. ¿Qué miedo tiene el régimen castrista de aceptar la libertad y la democracia y permitir que los cubanos elijan libremente lo que quieran para sus vidas?  
¿A quién le importa Cuba? A todos, salvo al gobierno de Cuba. ¿Quién quiere que Cuba salga adelante? Todos, salvo el gobierno de Cuba. Por eso es que todavía están ahí. Por eso es que no llaman a elecciones. Ese es el verdadero bloqueo. Todo lo demás son cuentos chinos.
Como dijo el representante estadounidense en el debate de la Asamblea General, Ronald Godard, que defendió la continuidad de las sanciones: "Esta resolución (votada por la ONU) sólo sirve para distraer de los problemas reales a los que se enfrentan los cubanos."
Lo que Cuba necesita no es que le permitan comerciar con Estados Unidos -¿con qué lo haría?- sino que Estados Unidos la subvencione y la ayude a ponerse de pie. Tiene que haber un nuevo Plan Marshall.
Para todos los que estamos convencidos de que toda dictadura –de izquierda o de derecha - es abominable, el mal absoluto de un pueblo, la mejor manera de demostrar solidaridad y compasión por el pueblo que la padece es ayudarlo, por todos los medios posibles, a acabar cuanto antes con ella. Es la manera de ayudar a los disidentes, a los que se juegan la vida combatiéndola.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Obrar según la virtud

El panorama económico sigue la tendencia de los últimos meses. La falta de dólares, que la presidenta ha lamentado en público no poder imprimir, está asfixiando la economía. Caen sin interrupción la actividad, las exportaciones, las importaciones y el superávit comercial. Suben el gasto público, el déficit fiscal y la inflación. Para este año, se ha pronosticado crecimiento negativo. Las viejas recetas de emisión monetaria  con el pretendido objetivo de impulsar la economía están a la orden del día, a pesar de que peronistas, radicales, y regímenes militares comprobaron hasta el cansancio el caos que eso ocasiona, y es la lección que como grito silencioso intenta llegar a la actual administración, pero el ministro de economía no se da por aludido.
A la presidenta no le va tan mal, de cualquier modo. En el terreno político, hace lo que quiere. Domina el congreso, impone su agenda, somete a los gobernadores  e ignora sin costo a una oposición dividida y sin una clara figura que se erija como líder, cuya única estrategia visible consiste en esperar; esperar que surja ese líder, esperar que alguien proponga una política de gobierno alternativa, que se derogue el cepo cambiario, esperar el año que falta para que Cristina abandone el poder, esperar la próxima marcha, esperar, esperar, esperar.
El abismo entre  dichos y hechos, entre relato y realidad, es cada vez mayor. Mientras la recesión continúa profundizándose, la consabida red de obsecuentes mediáticos sigue impulsando la guerra santa contra el diario Clarín, misión por la cual el pueblo le está inmensamente agradecido. ¿A quién le importa la postración en que ha caído la economía, la política, la vida institucional y cultural del país?
Cada vez hay más ejemplos en lo que a deterioro institucional se refiere. Ante una denuncia periodística sobre la desaparición de un expediente en la investigación del caso de la ex-Ciccone que podría incriminar al vicepresidente  Amado Boudou, el ministro de justicia Julio Alak se justificó diciendo que “en todos los poderes suelen extraviarse expedientes.” Eso va en contra de la forma de pensar de la presidenta, que dijo que no cree en casualidades sino en causalidades. En este caso, es la “casualidad” por la cual se “extravió” un expediente que podría haber aclarado quiénes son los dueños de The Old Fund, el fondo que se apropió de la imprenta hasta que el congreso, bajo la impronta kirchnerista, acudió en auxilio de Boudou estatizándola. Una cosa es segura, la nube de sospechas de corrupción que rodea al licenciado-guitarrista deberá tener muy pronto una definición que no será precisamente por casualidad.
Y la inflación ha provocado tales estragos que el gasto público tiene una cantidad de ceros tan grande que tampoco es por casualidad.
La nula credibilidad del gobierno no será superada por casualidad. El grave deterioro que el país acusa en todos los rubros, tampoco. En esta etapa de transición, el gobierno que asuma el año que viene recibirá una sociedad hastiada y diezmada por estos años de desgobierno basado en el favoritismo, el conformismo y la obsecuencia. Todo gobierno surgido de elecciones es el espejo de la sociedad civil que lo elige. Eso quiere decir que los políticos y los gobiernos hacen lo que las sociedades les dejan hacer… hasta que las mismas sociedades les ponen límites. Tenemos que evitar a toda costa lo que Ayn Rand llamaba “la última etapa;” esto es, “la etapa en la que el gobierno es libre de hacer lo que le plazca, mientras que los ciudadanos pueden actuar sólo por permiso; esa es la etapa de los períodos más negros de la historia humana, la etapa del régimen de la fuerza bruta.”
Si tenemos la oportunidad de votar y vivir en democracia, los argentinos debemos obrar según la virtud. Como decía Benjamin Franklin, “Sólo un pueblo virtuoso puede vivir en libertad; a medida que las sociedades se hacen corruptas y viciosas, aumenta su necesidad de amos.”
La frase del gran científico y político norteamericano se vincula perfectamente con la sentencia de Mariano Moreno. “Si los pueblos no se educan, cambiarán de tirano pero no de tiranía.”