viernes, 28 de marzo de 2014

El drama de las aulas vacías

Ya no se trata de condiciones edilicias deplorables, instalaciones sanitarias deficientes o falta de material didáctico. Ahora sólo importa levantar la hipoteca con que se ha prendado el futuro. Se está vaciando el futuro de contenidos; y como la naturaleza aborrece el vacío, lo llenará de indigencia, pobreza, marginalidad y dependencia de los planes sociales. ¿Cómo podría ser de otra manera en un pueblo que no se educa? Hay clases en el Congo, en Uganda y en Camerún, pero no en la patria de Domingo Faustino Sarmiento. Las escuelas siguen cerradas y 3,5 millones de niños y adolescentes están perdiendo lo último que pueden perder que es el tiempo.
La huelga de maestros es la prueba cabal de un estado ausente y de una sociedad que se encuentra al punto mismo de su disgregación. La puja entre gobierno y gremialistas deja en claro que a ninguno de los dos le importa la educación: solamente les interesa ganar más o pagar menos. La responsabilidad del estado es innegable. Por error u omisión, el estado no garantiza el derecho constitucional de la educación, no proporciona a los docentes la capacitación adecuada, no lleva a la población la calma necesaria en el trance de un momento tan difícil. Eso sería ejemplo de omisión. Pero la prioridad oficial siguen siendo los 4 millones de pesos por día que el gobierno gasta en el "fútbol para tapar todo." Eso sería ejemplo de error.
Desde 2003, el gasto real en educación se multiplicó por más de tres. Sin embargo, ese factor no alcanza a capear el deterioro que muestran los indicadores de calidad, cantidad y equidad educativa. Salvo en el nivel inicial (3 a 5 años) el porcentaje de la población por tramo etario que asiste a la escuela prácticamente no aumentó en una década; creció la cantidad de jóvenes que no trabajan ni estudian; la mitad de los estudiantes secundarios no están cursando el año que les corresponde por edad: son repetidores o abandonaron; el país cayó varios puestos en el ranking de pruebas internacionales PISA, que también revelan que los alumnos argentinos poseen la mayor desigualdad interna; y la escuela pública pierde terreno a manos de la privada. Además, bajo el régimen actual, el mayor aumento del presupuesto va a las empresas que ganan las licitaciones para edificios y refacciones. Estamos asistiendo a las consecuencias de la corrupción, de la incapacidad y del desgobierno. Nunca antes la sociedad había soportado los actuales dislates. Somos el triste resultado de una sociedad disgregada y que sigue los peores ejemplos. Nuestra sociedad tocó fondo. Somos la aceptación de la decadencia moral, la corrupción y la mentira. Todo en nombre del facilismo demagogo en el que se sustentan los sucesivos gobiernos y sus falsos modelos.
Los políticos argentinos no asumieron que en las aulas se forman ciudadanos íntegros, responsables y sacrificados. Se eliminaron las sanciones y los controles estrictos que tanto jóvenes como niños necesitan imperiosamente, tal como los árboles pequeños necesitan de fuertes tutores para crecer rectos y fuertes. Por el contrario, las drogas, las armas, la indisciplina y el culto al libertinaje llegaron tristemente a las aulas para no irse con facilidad. De hecho, hay una inmensa cantidad de niños argentinos que no saben lo que es tener un padre que trabaja.
No hay moral ni ejemplos. Sólo hay mediocridad crónica. Es una mediocridad endémica que se manifiesta a todo nivel: intelectual, profesional, en la conducta diaria. Y las escuelas siguen sin abrir sus puertas. Y las sentencias judiciales no tienen ningún efecto porque hemos perdido hasta las instituciones. Y la droga sigue haciendo mella en la juventud. Y el país se sigue vaciando de contenidos. Y esta inmensa tragedia nos demuestra cuánta razón tenía Mariano Moreno cuando decía, “si los pueblos no se educan, cambiarán de tirano pero no de tiranía.”
Una caída libre en un espiral oscuro. Ojalá haya posibilidad de reacción antes del punto de no retorno.

martes, 18 de marzo de 2014

Una verdadera lección de fascismo

Los vecinos del tradicional barrio porteño de la Recoleta amanecieron con una sorpresa: una bandera de la agrupación oficialista "La Cámpora" fue izada en la plaza Monseñor de Andrea, en Anchorena y Córdoba, en el lugar donde antes había, como debe ser, una bandera argentina.
"No sabemos si ellos sacaron la bandera nacional, pero es una falta de respeto que, en donde debería estar el emblema patrio, ellos suban su bandera partidaria," declaró el presidente de la Junta Comunal de Recoleta, Facundo Carrillo.
Carrillo recibió la denuncia el domingo. Según contó, el fin de semana un grupo de estudiantes de Ciencias Exactas que pertenece a La Cámpora realizó un acto en la mencionada plaza. En esa ocasión, habrían izado la nueva bandera.
"Es común que se roben la bandera argentina de esa plaza; por eso no sabemos si ellos la sacaron o simplemente aprovecharon el lugar vacío para poner su emblema," indicó Carrillo quien, además, informó que analizan "qué figura penal le corresponde a esta acción."
¿Y cuál es la bandera de La Cámpora? Defender a Milani, Boudou, Zanini, la represión estudiantil en Venezuela, el negocio de Recalde en Aerolíneas Argentinas, y a Pablo Echarri, Andrea del Boca y sus  patéticos folletines pagados por los sufridos contribuyentes, entre otras causas muy caras al pueblo y muy útiles para la construcción de la ciudadanía.
Evidentemente el fin es provocar, enfrentar a los ciudadanos. Dicho de otra manera, estos son los manotones de ahogado de un régimen corrupto y demencial que ya va por su recta final. En todo caso, hace una década se sepultó una república y comenzó una de las etapas más retrógradas para la convivencia social y el bastardeo de las instituciones. Esta actitud nos deja bien en claro que el autoritarismo se caracteriza por reemplazar la bandera nacional por un trapo de acuerdo a la ideología imperante. Un hecho lamentable. Una verdadera lección de fascismo que nos pone en ridículo ante el mundo. ¿País serio? ¿Qué es eso?

jueves, 6 de marzo de 2014

Corea del Norte, sumida en la oscuridad

En una contundente evidencia del fracaso de las políticas colectivistas, esta foto obtenida por la NASA desde la Estación Espacial Internacional deja ver a una Corea del Norte sumergida en la penumbra.
Los astronautas tomaron esta imagen nocturna de la península coreana, que ilustra la oscuridad en la cual se encuentra el país asiático. La NASA afirma que la foto muestra la tierra oscurecida como si fuera un parche de agua uniendo el Mar Amarillo y el Mar de Japón. Pyongyang, la capital, aparece en la toma nocturna como una pequeña aldea a pesar de tener una población de 3,26 millones de habitantes. La emisión de luz de Pyongyang es la misma que la de los pueblos pequeños de Corea del Sur, explica la NASA.
Las luces nocturnas nos ilustran, justamente, la importancia económica de las ciudades. Según datos del Banco Mundial, en Corea del Norte, el consumo per cápita de energía es de 739 kilowats/hora, mientras que en Corea del Sur alcanza los 10.162 kilowats/hora. "Corea del Sur está llena de luces y energía y vitalidad y una economía en auge. Corea del Norte es oscura, " dice el ex-Secretario de Defensa Norteamericano Donald Rumsfeld.
La imagen lo dice todo. Corea del Sur, que luego de la escisión de la península en 1948 logró convertirse en una democracia liberal exitosa, se posiciona en la actualidad como una de las economías más importantes del mundo con un notable nivel de vida para todos sus habitantes, mientras que su vecino del norte está sumido, moral y materialmente, en la oscuridad, tal y como esta foto lo demuestra. Corea del Sur, Japón e incluso China, que en los últimos años se ha inclinado a las reformas de mercado, aparecen inundados de luz, mientras que la oscuridad que envuelve a Corea del Norte permanece inmutable. El tiempo parece haberse detenido allí.
Pero la luminosidad no es el único indicador relevante. Viene al caso destacar que mientras que el ingreso per cápita de este país es menor que el de Uganda, tiene el quinto ejército más poderoso del mundo y un plan nuclear propio. Todo bajo la anuencia del dictador Kim Jong-un, un hombre de pocas luces.
Y todo en el país de menor libertad económica del mundo según el reciente informe de la Heritage Fundation. La oscuridad y la tiranía van juntas por la simple razón de que son las armas elegidas por los déspotas para hundir a los pueblos en la ignorancia.

sábado, 1 de marzo de 2014

El silencio de los inocentes

Si usted es una de esas personas que pensaba que nada podía sorprenderlo, esto puede hacerle cambiar de opinión. Amado Boudou, atosigado por las causas en su contra como  las pesadillas de los chicos de Elm Street, acaba de declarar lo siguiente respecto a la causa Ciccone: “En esto, no voy a involucrar a nadie que no sea yo. Soy responsable de todos los hechos que llevé adelante como funcionario público.” El licenciado-guitarrista titular del Senado de la Nación, investigado por negociaciones incompatibles con la función pública y enriquecimiento ilícito, aseguró el jueves que se pondrá a disposición de la justicia y que se presentará ante la misma siempre que sea requerido.
Sorprende este mensaje. En abril de 2012, tras un allanamiento a un departamento de su propiedad en Puerto Madero, Boudou acusó al entonces procurador general  de la Nación, Esteban Righi, y a abogados de su estudio de supuestas maniobras relacionadas a tráfico de influencias. Esas denuncias no prosperaron, pero Righi debió renunciar a su cargo. En esa volteada, cayeron también el fiscal Carlos Rívolo y el Juez Daniel Rafecas, quienes se alejaron de la causa Ciccone. Y ahora que habló, Boudou dice “suficiente” y asegura que no involucrará a nadie más.
¿Cómo se interpreta esto? Hay varias formas. Una de ellas, Boudou simplemente quiere poner en práctica el viejo aforismo que reza que la honestidad es la mejor política. Otra, es una manera de llevar un mensaje de tranquilidad a Cristina “Kerner” y a otros funcionarios; pero también una cruda advertencia: este llamativo sinceramiento sería una manera de decirle a la presidenta que no habría peligro de que cante en contra de ella siempre y cuando ella no intente desvincularse de él. Está claro que Amado Boudou no tiene la menor intención de abandonar el importante cargo que ocupa y perder su confortable dieta.
El silencio es uno de los bienes más preciados dela política argentina, especialmente cuando hay hechos de corrupción de por medio. El silencio es el punto de referencia de los políticos.
Por otra parte, el nombramiento como presidente provisional del Senado de Gerardo Zamora, un ex –radical acusado de “traidor” por sus antiguos correligionarios, es una señal de lo vulnerable que estaría la presidenta en estos momentos tan difíciles.  El jefe del bloque radical, Gerardo Morales, afirma que la designación de Zamora, el siguiente en la sucesión presidencial después de Boudou, responde a que “Cristina no quiere a un peronista porque tiene a Boudou complicado y teme que los propios kirchneristas la empujen fuera del gobierno.”
De cualquier modo, no hay muchas razones para pensar que la presidenta le soltaría la mano a su vicepresidente. El caso de una hipotética renuncia de Boudou sería interpretado como una señal de debilidad, y eso le añadiría más peso a la oposición cuando el gobierno se encuentra,  sin duda, en su peor momento. Estos avatares que viene sufriendo a diario, su falta de credibilidad en todas las áreas y la frágil situación económica por la que atraviesa el país lo ponen en un delicado terreno en el que todo sería bueno, todo serviría para salvar su tan deteriorada imagen. El silencio de Boudou a cambio del apadrinamiento de Cristina. Eso sería lo convenido. El convidado de piedra  es el pueblo, por supuesto.
Después de Boudou, la siguiente ficha del dominó es Cristina. Es el pensamiento que, como fantasma en el castillo, circula entre los ambientes del poder.