martes, 6 de enero de 2015


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Libertad a Tania Bruguera

Artistas de distintos países firmaron el viernes una carta abierta dirigida al presidente Raúl Castro para pedir la liberación de Tania Bruguera y el resto de los activistas cubanos detenidos tras un acto organizado por Bruguera el pasado martes 30 de diciembre. La iniciativa provino del crítico de arte mexicano Cuauhtémoc Medina, la historiadora de arte argentina Andrea Giunta, el crítico de arte peruano Miguel López, el crítico español Octavio Zay, y una larga lista de casi 2.000 firmantes en la página web habilitada a tal fin.
Tania fue detenida 24 horas. Al ser liberada, visitó una prisión de La Habana donde exigió la excarcelación de otros opositores. En esa ocasión fue detenida nuevamente. Finalmente, tras las presiones internacionales, fue liberada la tarde del viernes. Junto a Bruguera, los demás activistas detenidos también recuperaron la libertad.
La carta expresaba que la escenificación que Tania Bruguera organizó en la Plaza de la Revolución de La Habana el día 30 tenía como objetivo "propiciar un momento de reflexión y debate civilizado sobre los cambios que la sociedad y gobierno cubanos habrán de experimentar a partir del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos anunciado el pasado 17 de diciembre".
Los firmantes, que recordaron a Raúl Castro que Bruguera es una de las artistas latinoamericanas más reconocidas del mundo, expresaron su "honda preocupación" por las detenciones y lamentaron que "la iniciativa no sólo no encontró eco de parte de las autoridades, sino que motivó la detención de la artista y una diversidad de ciudadanos cubanos. Con todo respeto, solicitamos a usted el descargo de Tania Bruguera y los demás detenidos, "reclamaron al gobernante cubano.
La obra de Tania Bruguera, recordaron, está "enfocada en la intervención social y política que es resultado, como ella misma lo ha manifestado repetidamente, de la formación que produjo la Revolución Cubana." Por eso consideraron que es una reacción inadecuada la detención y retención del pasaporte de la artista por el mero hecho de crear una obra artística "que sólo buscaba crear un espacio público de discusión."
Al menos 50 activistas fueron arrestados en relación a los hechos del 30 de diciembre, catalogados como una "provocación política" por el gobierno de la isla.
Las detenciones fueron condenadas por la Sociedad Interamericana de Prensa, que expresó que “con esta nueva muestra de censura, el gobierno de Raúl Castro está perdiendo la oportunidad de que creamos que los cambios en la isla van en serio y que serán políticos, además de económicos." Por su parte, el senador Marco Rubio calificó como “burla” el arresto de los disidentes cubanos por parte del régimen.
"Los últimos actos de represión contra los disidentes políticos en Cuba a cargo del régimen de Castro son una burla de la nueva política," señaló Rubio en un comunicado.
"El hecho de que el régimen continúa violando los derechos humanos de los cubanos muestra incluso que éste tiene menos incentivos para cambiar sus tácticas ya que el presidente Obama pretende ofrecer a los Castro numerosas concesiones unilaterales a cambio de cero pasos hacia una mayor libertad política,” agregó el legislador.
Asimismo, el Departamento de Estado mostró su preocupación por una nueva muestra de intolerancia a los derechos humanos en la isla caribeña.
“Estamos profundamente preocupados por los últimos informes de detenciones y arrestos de las autoridades cubanas de miembros y activistas de la sociedad civil pacíficos, incluido Luis Quintana Rodríguez, Antonio Rodiles, Danilo Maldonado, Reinaldo Escobar, Marcelino Abreu Bonora y Eliécer Ávila,” señaló el portavoz del Departamento de Estado, Jeff Rathke.
“Condenamos enérgicamente el continuo hostigamiento del gobierno cubano y el uso repetido de la detención arbitraria, a veces con violencia, para silenciar a los críticos, interrumpir la reunión pacífica y la libre expresión, e intimidar a los ciudadanos,” agregó Rathke.
Nunca como ahora tienen vigencia las palabras del filósofo que dijo: "La libertad del intelecto humano es el motor impulsor del desarrollo"
Cuando esa libertad no existe, cuando la libre expresión de las ideas no fluye espontáneamente no hay progreso, las multitudes pueden ser politizadas, engañadas y domesticadas; pero esas mismas multitudes se tornan improductivas: las fábricas no trabajan, la tierra no produce, la economía no funciona.
Entonces no bastan los discursos, ni las arengas, ni las promesas del futuro luminoso. Sencillamente, la gente pierde la motivación, se diluye el espíritu creador y la gente emigra hacia aquellos países donde la libertad sí existe, y se cumple el anatema: "Nadie emigra a Cuba o a Corea del Norte, ni siquiera a Venezuela." Estos últimos hechos así lo demuestran.

viernes, 2 de enero de 2015

Sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba

Antes de Castro, Cuba era, con Argentina, el país más desarrollado de América Latina. La Habana era una maravillosa ciudad con hoteles, casinos, turismo extranjero y dólares. Había salud y educación gratuitas. Se podía entrar y salir del país en cualquier momento. Había herramientas, autos, motos, aviones, camiones, autopistas. Había infraestructura, tranvías, ferrocarriles, TV color, libros, cultura, vida y movimiento. Nadie salía en balsas sino en barcos y aviones. Se exportaba azúcar a diario a la Florida. Hoy todo es prostitución, pobreza, abandono y destrucción. Todo está en ruinas. Cuando uno observa la Cuba de hoy puede ver en forma nítida los resultados de una política absolutamente pauperizante e igualadora hacia abajo. Nadie ganó nada en todos estos años de aislamiento y falta de libertad.
¿Será la reanudación de las relaciones diplomáticas entre este país y Estados Unidos el comienzo del fin de esta larga y amarga historia? Por lo pronto, el mayor interrogante es si el régimen cubano lo permitirá.
El discurso del mandatario cubano Raúl Castro del 17 de diciembre en el que anunció el acuerdo de normalización con Washington tuvo un tinte peculiar: Castro habló vestido de uniforme militar, una señal de que su país aún está en guerra. A pesar de las acciones ejecutivas de Obama para aumentar el turismo y el comercio con Cuba, Castro denunció a Washington por las restantes sanciones económicas que aún siguen vigentes. "Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto -dijo. -El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país debe cesar."
Raúl Castro le sigue echando en cara a los Estados Unidos el tan mentado "bloqueo" y lo usa como excusa para mantener el estado de hostilidad. Y eso tras una historia en la que su país no hizo otra cosa que sabotear y entorpecer los intentos estadounidenses de mejorar los lazos bilaterales. Jimmy Carter intentó mejorar las relaciones con Cuba y negoció la apertura de las Secciones de Intereses en Washington y La Habana. Pero en 1980, Fidel Castro desencadenó la crisis de los refugiados de Mariel. "¡Que se larguen!" gritó histéricamente en su discurso del 1 de mayo de ese año, y todo quedó así. En 1996, cuando Bill Clinton intentó normalizar las relaciones bilaterales, Cuba derribó dos aviones del grupo humanitario cubano-americano Hermanos al Rescate. Ese ataque hizo que Clinton retirara su propuesta de normalización e impusiera nuevas sanciones comerciales.
Sin embargo, esta vez las cosas pueden ser distintas: Raúl Castro es más pragmático que Fidel y sabe que necesita aumentar el turismo y las remesas de Estados Unidos ante la amenaza de un inminente corte de los subsidios de petróleo de Venezuela. En realidad, ese país gobernado por el inmaduro presidente Maduro ha hecho las veces de una segunda Unión Soviética para la isla del caribe. Durante la Guerra Fría, Moscú sostuvo al régimen castrista con cantidades estimadas en cinco mil millones de dólares al año. Una vez que terminó el aporte de los generosos camaradas soviéticos, los hermanos Castro se beneficiaron con los miles de barriles de petróleo venezolano que llegaban a diario a la isla. Ahora bien, si los Castro no hubieran contado con este suministro vital en todos estos años, ¿habrían podido mantenerse en el poder? Vale la pena pensarlo.
En la actual realidad de los hechos, Cuba es una dictadura opresora y represiva abolicionista de los derechos civiles y los derechos humanos más básicos y elementales, dictadura que hoy está convalidando el fracaso del sistema comunista. Desesperadamente, Cuba necesita reintegrarse al mundo libre y civilizado y por eso es que hoy se abre y negocia con los Estados Unidos con su turismo, comercio e inversiones. Esto sucede en la pobre Cuba de los hermanos Castro donde sólo se redistribuye fracaso y miseria. Los inversores norteamericanos están ansiosos de emprendimientos a 90 millas de sus costas. En cuestión de meses, esto será una justa y beneficiosa realidad. El gulag antillano, el estalinismo caribeño, debe terminar.