lunes, 7 de octubre de 2013

La salud de Cristina

Basta leer los titulares de los diarios para comprender la sensación que se percibe por el estado de salud de la presidente. Las palabras más empleadas son "ocultamiento, misterio, duda, incertidumbre, suspicacia." Una de las marcas distintivas del kirchnerismo es que las decisiones se toman a espaldas del ciudadano y esta no es la excepción. Hay una nube de sospechas que rodean a Cristina Kirchner en las presentes instancias. Recién el sábado a la noche los médicos de Olivos dieron a conocer que la presidenta sufrió un golpe en el cráneo el 12 de agosto como resultado de una caída, pero desde entonces hasta ahora, ella se ha mostrado sumamente activa realizando varios actos, entrevistas, videoconferencias y viajes. En el día de la fecha se informó que debe ser intervenida quirúrgicamente. Según el comunicado médico oficial, la presidenta será sometida a la operación mañana martes para la evacuación del hematoma cerebral que padece.
En este contexto, asume temporalmente la presidencia de la nación Amado Boudou, uno de los funcionarios más cuestionados del régimen. Boudou afronta varias causas judiciales que lo vinculan con hechos de malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito. El inexplicable aumento de su patrimonio y las causas asociadas a su posible gestión en la quiebra de Ciccone son solamente algunos de los factores que lo descalifican como funcionario probo en un momento en que la imagen del oficialismo se encuentra muy dañada por el grave deterioro institucional, la economía que va en caída libre y la destrucción de la moneda nacional gracias a la implacable inflación. Boudou se hace cargo del poder ejecutivo en un contexto de gran incertidumbre y en medio de un fuerte hermetismo oficial.
Y en este contexto de dudas e incertidumbre, las preguntas son, ¿por qué Cristina sufre esas caídas? ¿Por qué recién estos días se informa de algo que sucedió el 12 de agosto? ¿Cómo se vincula el hematoma que le detectaron con el malestar circulatorio que la llevó a la Fundación Favaloro? ¿Cuál es la situación emocional de una persona sometida a tanto estrés? ¿Está esa persona en condiciones de seguir sosteniendo la primera magistratura del país? ¿No es hora que renuncie?
La salud del presidente es un asunto de estado. Ocultar la fragilidad del que manda es una estrategia para no perder el poder. Se retacea información. Se especula con lograr la empatía del electorado. El impacto electoral para el 27 es una cuestión que a los opositores les interesa resolver. En octubre de 2010, Néstor Kirchner muere y Cristina entra de lleno en el poder. Hoy la situación es totalmente distinta: ella se retira y el poder queda honestamente vacío, porque nadie confía que el licenciado-guitarrista que ahora ocupa el sillón de Rivadavia pueda llevar la nave a buen puerto. Al gobierno le interesa demostrar que los problemas de salud de la presidenta no son una metáfora de su estrepitoso declive que comenzó con las PASO, pero que en realidad se venía percibiendo desde las históricas marchas del año pasado y del actual, aunque eso, naturalmente, lo dirá el 27 de octubre.

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