lunes, 1 de diciembre de 2014

Recuerdos del G-20

La cumbre del G-20, realizada entre el 15 y 16 de noviembre en Brisbane, Australia, tuvo como eje el crecimiento mundial. Así se desprende del comunicado final del encuentro, el Plan de Acción de Brisbane, que prevé un crecimiento mundial del 2,1% y la creación de “millones de puestos de trabajo de calidad.”
En la reunión se aprobó una mayor inversión en infraestructuras, con la creación de un centro de promoción en Sydney, y una mayor regulación de los mercados financieros, incluida la llamada "banca en la sombra," que elude hasta ahora los controles que se hacen a los bancos. "Pero aún queda mucho trabajo por hacer para crear un sistema financiero más fuerte y resistente," señala la declaración final.
El intercambio automático de información fiscal entre los países no comenzará hasta 2017 o incluso fines de 2018. Las grandes empresas podrán seguir aprovechando hasta entonces las posibilidades del sistema para evitar el pago de impuestos, pese al compromiso que subraya la declaración de que "las ganancias deben pagar impuestos allí donde se realizan las actividades económicas que generan esas ganancias."
Entre los mandatarios presentes se encontraba el presidente norteamericano, Barack Obama, a cuyo pedido se incluyó en el texto la exigencia de que el crecimiento sea equilibrado e inclusivo, con el objetivo de reducir la pobreza. “Las ganancias deben pagar impuestos allí donde realizan las actividades económicas que generan esas ganancias,” subraya la declaración.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, celebró en la cumbre que "los contribuyentes nunca más tengan que pagar el rescate de bancos de sus bolsillos".
La directora de la ONG Oxfam, Winnie Byanyima, saludó los planes de crecimiento del G-20, pero reclamó que “el 40% más pobre de la población se beneficie a partir de ahora más que el 10% más rico.” Criticó también que la meta de expansión se haga "sobre la base de programas que no son nuevos, sino que fueron presentados de una forma nueva para la cumbre."
"Si una mujer africana se pregunta qué beneficios le depara el G-20, tiene pocos motivos para la esperanza," criticó Tim Costello, presidente del C-20, una organización que busca el diálogo entre líderes políticos y organizaciones de la sociedad civil. (ONGs, organizaciones religiosas, sindicatos, centros juveniles y de estudiantes, etc.)
El grupo de los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) criticó a Estados Unidos por bloquear la reforma del Fondo Monetario Internacional.
Por último, el comunicado final reclamó también una acción fuerte y eficaz para abordar el cambio climático con el fin de adoptar un protocolo, con carácter legal, en la conferencia climática de la ONU que se realizará en París en 2015.
La nota de color la dio el ministro de economía de Argentina, Axel Kicillof, que saludó con los dedos en V. Sí, la V de victoria. ¿Qué quiso decir con ese gesto triunfal? ¿Se cree que es John Keynes?
¿Será una manera de evaluar su tan brillante gestión? Veamos: hay una altísima inflación, emisión monetaria, pérdida de reservas, creciente desempleo, déficit fiscal, crisis energética, presión impositiva, no se vende un auto o un departamento ni por casualidad, caen las inversiones, faltan insumos importados en todos los sectores, reina la inseguridad jurídica, el país se ha convertido en un paraíso de narcotraficantes y la economía se cae literalmente a pedazos.
¿Habrá recordado sus exitosísimas clases de la UBA en que sus alumnos se quedaban dormidos?
¿A qué se debe tanto triunfalismo?
Pues le agradece a Cristina por haberle alquilado un avión privado por 600.000 dólares. Después de todo, la reina de Holanda viajó recientemente a Buenos Aires en un avión de línea.
¿Y por qué no? Si Fidel Castro tiene más plata que la reina de Inglaterra, Axel Kicillof puede viajar mejor que la reina de Holanda.

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