lunes, 13 de agosto de 2012

El día del dictador

Hoy, 13 de agosto, es el día del dictador: cumple años Fidel Castro. Nunca mejor motivo.
Fidel Castro obtuvo de Batista lo que él jamás concedió a sus adversarios: el indulto. Y salió de la cárcel para ir a Sierra Maestra y, desde allí, proclamar al mundo el ansia de libertad de los cubanos. Muchos de los grandes diarios norteamericanos fueron entusiastas auspiciadores de Fidel. El New York Times, particularmente, lo pintaba como un héroe. Para ellos, él era una especie de Robin Hood que venía a luchar contra los ricos para defender a los pobres. El caso es que este Robin Hood funcionó al revés. Una vez asegurado su lugar en el poder y luego de que hubiera eliminado la sarta de ingenuos que giraba a su alrededor, implantó una dictadura en contra del pueblo (incluyendo los pobres) y a favor de la oligarquía más corrupta de toda la historia del hemisferio occidental: su gobierno. Mientras tanto, auspició la labor subversiva marxista-leninista en América Latina y en África y convirtió a su país en un portaaviones soviético a 90 millas de las costas de la Florida.
Y así, comenzó el éxodo de los cubanos, un éxodo ininterrumpido a través de los años. Algunos pudieron irse al principio, en los primeros días. Otros, después, con más dificultades. Luego fue mucho más difícil. La cortina de hierro cayó bien fuerte sobre la patria de Martí. Escaparse era ya muy arriesgado. Había que jugarse la vida en botes precarios, en simples balsas hechas a mano navegando entre tiburones que amenazaban con arrancarle el brazo a uno, pero la desesperación del pueblo cubano es tanta, el sistema comunista los asfixia de tal manera que a pesar de todo la gente se iba de Cuba. Los cubanos buscaban en el extranjero aquello que en su país les estaba vedado: la libertad.
Y aunque importantes sectores de la izquierda latinoamericana sigan sosteniendo que Castro "se hizo comunista" porque los Estados Unidos boicotearon su "revolución nacional," lo cierto es que el barbado comandante ya tenía ideas marxistas desde mucho antes, por lo menos desde que actuó como agitador en el "Bogotazo" de 1948. Él mismo declaró una vez a la televisión española que siempre fue comunista y que no lo había dicho durante el período de lucha para no asustar a los cubanos. Además, hay una tendencia a considerar la toma del poder por parte de Fidel Castro como una gran epopeya. Nada más lejos de la realidad. La tan mentada "revolución cubana" consistió en una serie de tiroteos, emboscadas y escaramuzas sin pena ni gloria, casi anécdotas, contra un pobre ejército cubano comandado por un general mediocre y desidioso que ni siquiera le interesaba lo que estaba pasando, y que sólo le interesaba llenarse los bolsillos con "presupuestos especiales de guerra" que él mismo autorizaba. En todo el período de lucha, murieron menos de 300 militares cubanos.
Durante la Guerra Fría, a los rusos les interesaba la isla por su estratégica ubicación bajo el vientre mismo de los Estados Unidos. Por eso, el Kremlin se dedicó a solventar el régimen de La Habana con cantidades estimadas en cinco mil millones de dólares por año. Una vez que la Unión Soviética dejó de existir, la realidad tocó a la puerta y comenzó la debacle. Hay una escasez feroz en todas las necesidades. Las amas de casa cubanas hacen cola durante horas bajo el sol tropical con sus libretas de racionamiento y cuando vuelven a sus casas se encuentran con que han cortado la luz o incluso el agua. En Cuba no hay nada, literalmente. Hay monumentos al Che Guevara. Pero irónicamente, no hay habanos.
Y la nave va, como decía Fellini. Esta dictadura lleva nada menos que 53 años, algo que no tiene parangón en el mundo moderno. No hay libertad de prensa, no hay derecho de reunión, ni libertad política o sindical, no hay libertad ni derechos de ningún tipo, ni siquiera el más obvio y elemental: salir del país para el que no está de acuerdo con esta dictadura troglodita y delirante. Lo peor es que no tiene visos de terminar. En cierta ocasión, al preguntársele a Fidel Castro cuando habría elecciones en Cuba, respondió que las mismas se realizarían "cuando se haya completado la reforma agraria y la alfabetización haya llegado a todos los cubanos, y todos tengan libre acceso a la medicina y a los médicos." O sea, nunca.
Fidel Castro se ha retirado del poder y ahora gobierna su hermano Raúl. Al menos, esa es la versión oficial. Aunque no sería nada raro que el viejo y decrépito dictador Fidel siga gobernando desde las sombras (o desde el soleado jardín de su mansión en La Habana) manejando al pobre Raúl como un títere.
Por eso, si el día en que aquello termine está cerca, es algo que nadie puede predecir. Tal vez falte mucho, tal vez no.
Al caso vienen las palabras del Papa Benedicto XVI: “Es obvio que la iglesia siempre está del lado de la libertad, la libertad de conciencia, la libertad de religión,” afirma el Sumo Pontífice. “Hoy estamos en una época en que la ideología marxista no responde a la realidad y si no es posible construir cierto tipo de sociedad, entonces se necesita encontrar nuevos modelos, de forma paciente y productiva.”
La expectativa, entonces, es que esos modelos se logren y vayan abriendo agujeros en la muralla del totalitarismo por donde circulen vientos libres para que esta dictadura quede definitivamente atrás.

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