sábado, 15 de enero de 2011

Señoras y señores, con ustedes la Fed

Las recientes elecciones estadounidenses fueron un importante referéndum sobre las políticas económicas de la administración Obama. Los resultados evidenciaron claramente que los votantes rechazaron de manera abrumadora a los candidatos que apoyaron el programa de estímulo de 780 mil millones de dólares y el programa de atención sanitaria de Obama y que propiciaron un gobierno más pequeño y menos propenso al intervencionismo.
Irónicamente, la institución gubernamental más controvertida del planeta no estuvo sometida a votación y jamás ha sido objeto de un auténtico proceso democrático: la Reserva Federal, conocida popularmente como la "Fed." Creada por el Congreso en 1913 como un organismo regulador independiente, la Fed es administrada por una junta de gobernadores de siete miembros con mandatos de 14 años (ninguno de ellos elegido por voto popular) que decide de manera autónoma la política monetaria nacional. 
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, va al Capitolio dos veces al año a fin de realizar una declaración política y responder a preguntas de los legisladores. En última instancia, sin embargo, la Fed hace exacta y precisamente lo que desea hacer. Y lo que ha hecho históricamente, y lo que está haciendo actualmente, es estúpido e incluso peligroso y merece la más amplia exposición y crítica posibles.
En términos sencillos, la Fed se encuentra legislativamente autorizada para manipular la oferta de dinero de la nación en un intento por mantener el “pleno empleo” con una razonable “estabilidad de precios”. Esto significa que la Reserva Federal incrementa la oferta monetaria cuando las tasas de desempleo son altas (como ahora) y la reduce cuando la economía experimenta inflación.
La Reserva Federal aumenta la oferta de dinero mediante la compra de activos (principalmente bonos del gobierno) y el pago de esas compras con cheques librados contra su propia cuenta en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Estos cheques de la Fed son luego cobrados o depositados por los vendedores de bonos y la oferta monetaria de la nación en consecuencia crece. Así es como la deuda del gobierno es “monetizada.”
La Fed está actualmente embarcada en un masivo programa de adquisición de bonos del gobierno (600 mil millones de dólares) destinado a reducir las tasas de interés a largo plazo. El programa ha recibido la crítica casi universal de los economistas y líderes financieros mundiales. Los motivos de esa crítica son obvios para casi todos excepto los funcionarios de la Fed: esta política no funcionará y será contraproducente en términos de una eventual recuperación económica sostenible, ya que más dólares de la Fed depreciarán el valor de la moneda en su conjunto y eventualmente harán subir los precios, especialmente los de las materias primas, como el oro y el petróleo. Estos precios más altos de los insumos, con toda seguridad, alimentarán una mayor inflación de los precios finales de los bienes de consumo. El "estímulo" de la Reserva Federal no generará un crecimiento sostenible ni empleos en el sector privado ya que la inflación dificulta que las oportunidades de negocios sean rentables.
Además, la política de intentar reducir las tasas de interés a largo plazo aumentando la oferta monetaria es discutible, porque esas tasas pueden subir precisamente por los temores de inflación asociados con el incremento del crédito.
Las tasas de interés artificialmente bajas de la Fed generaron el último ciclo de auge y depresión, especialmente en la industria de la construcción y la vivienda, y probablemente volverán a hacerlo. La Fed, sin embargo, parece no percatarse de este peligro ni de su culpabilidad en la última debacle.
El célebre economista Milton Friedman declaró cierta vez que "aunque la Fed no provocó la crisis de 1929, sí la empeoró al reducir la oferta monetaria en un tiempo en el que se necesitaba más liquidez."
No es la única crítica a esta controvertida institución. Economistas de la Escuela Austríaca, como Ludwig von Mises, dicen que lo que ha llevado a tener bonanzas en el ciclo económico en el último siglo ha sido la manipulación artificial de la oferta monetaria por parte de la Fed. Argumentan también que la expansión de la oferta monetaria que hizo la Fed a inicios del siglo XX, provocó que se invirtiera mal el dinero, teniendo como consecuencia la Gran Depresión.
Una crítica más reciente es la discrecionalidad con la que se toman las decisiones. Las juntas se llevan a cabo a puertas cerradas y los documentos se revelan con cinco años de retraso. Hasta los expertos en análisis de políticas están inseguros de cuál es la lógica con la que la Fed toma decisiones. Los críticos argumentan que las políticas de discrecionalidad provocan mayor volatilidad en el mercado debido a que el mercado debe adivinar, la mayoría de las veces con poca información, sobre los cambios en las políticas.
Otra crítica contra la Fed, es que el actual presidente, Ben Bernanke no ha trabajado en empresas privadas, y por lo tanto no debería ser presidente. Se argumenta que a pesar de sus grandes logros académicos, muchas de sus decisiones son tomadas no de acuerdo a experiencia de la vida real, sino a la teoría que es base de su carrera.
Se han llevado a cabo manifestaciones en varias ciudades norteamericanas con la consigna "End the Fed!" (¡Hay que terminar con la Fed!) reclamando, precisamente, su abolición.
Es probable que el nuevo Congreso analice las facultades y políticas de la Reserva Federal. El representante estadounidense Ron Paul (republicano por Texas) es un acérrimo defensor del patrón oro y un crítico de la Reserva Federal. Ocupará, sin duda, un cargo importante en la supervisión por parte de la Cámara de Representantes sobre estas cuestiones. Y su hijo, el senador electo Rand Paul (republicano por Kentucky) podría tomar la iniciativa en el Senado para lograr una mayor transparencia y supervisión parlamentaria de la Reserva Federal.
Sin embargo, los intereses creados no son mínimos y nada hace suponer que este escrutinio tendrá lugar demasiado pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario